sábado, 25 de febrero de 2017

El Control de la Empresa Conservadora de Ascensores

Luego del transporte urbano (subterráneo, colectivos y automóviles) el ascensor es el medio de transporte más utilizado en el mundo y, con ello, cuenta con importantes estadísticas sobre accidentes que hace necesario las autoridades intervengan en su regulación.

El 50% de los accidentes producidos en ascensores son causados por fallas y/o faltas en las tareas de mantenimiento, es decir, decidia o inoperancia de quienes tienen a su cargo el control de sus seguridades.


La mayor atención debe caer en los profesionales que controlan tanto a las empresas conservadoras como a la misma instalación, estos son los verdaderos agentes que cuidarán la seguridad de los usuarios.  Desde los entes gubernamentales deberán de generarse herramientas adecuadas para su apoyo.

Para evitar accidentes, la herramienta mas oportuna y eficaz es la prevención y esta será implementada por el profesional controlador.  Cada empresa conservadora deberá de contar con la supervisión eficiente y eficaz de al menos un Ingeniero Auditor cada no más de 200 máquinas, pues controlar mas de esta cantidad ya no es posible físicamente.

El control, como mínimo mensual, de una instalación de ascensor lleva aproximadamente 45 minutos, y si hablamos de 200 máquinas y teniendo en cuenta los traslados, con una jornada laboral de 8 horas diarias de lunes a viernes (40 horas semanales - 160 horas mensuales), cada Ingeniero Supervisor dispondrá de una cuarta parte de su tiempo disponible para coordinar tareas con el municipio, mientras que la otra parte de su tiempo la pasará inspeccionando in situ cada instalación.  Será importante que la autoridad municipal pueda disminuir los tiempos burocráticos y de permanencia de cada técnico en sus dependencias, por un lado, para concentrarse en el trabajo de campo y, por otro, para disminuir costos hacia sus ciudadanos.

Cada usuario deberá de ser capaz "CONTROLAR" a su empresa Conservadora de Ascensores con al menos la solicitud de la siguiente documentación:




  • Matrícula del Profesional Conservador y su correspondiente Currículum Vitae
  • Nómina de personal en relación de dependencia.
  • Comprobantes de la Seguridad Social y, sobre todo, Aseguradora de Riesgos Laborales.
  • Seguros sobre responsabilidad Civil
  • Matrícula de empresa según exigencias de cada circunscripción.
  • Cantidad de máquinas en conservación y su relación con el personal de supervisión.
  • Cantidad de medios de movilidad.

Será recomendable, además, verificar la cantidad de cursos de capacitación y perfeccionamiento que su personal realiza periódicamente, también la disponibilidad de repuestos y el sistema de administración que se lleva sobre la atención de reclamos y mantenimiento preventivo.

mayor información: sebastianaltamiranda@yahoo.com.ar

domingo, 12 de febrero de 2017

Donde proyectar los ascensores en un edificio nuevo

En la tarea de proyectar edificios (barrios en desarrollo vertical) o como más común se los denomina: Propiedad Horizontal, o conglomerados verticales para uso de oficinas, hospitales, Universidades, etc., el gran sentido de comodidad, seguridad y accesibilidad es logrado mediante un buen diseño de su comunicación vertical.




En toda edificación en altura los elevadores deberían ubicarse de forma accesible y centralizada; todas las entradas deberían de converger hacia un nodo para el transporte vertical, el cual debería de encontrarse cercano al acceso principal de la edificación.  Para los casos en que existan estacionamiento subterráneos o en edificios comerciales donde se espere un gran flujo de pasajeros ya sería adecuado prever, en estos sitios, escaleras mecánicas; claro, para determinar esta necesidad deberá de realizarse un estudio del tráfico vertical.

La ubicación de la columna para transporte vertical más acertada sería sobre el baricentro de la mayor tasa demográfica del edificio, obtenida de la media sobre la recta que une al baricentro más alto con el de la planta más baja.  Esto será considerando espacios destinados a usos comunes de los específicamente dedicados al uso privado o para áreas de servicio (sin población); se buscará dar igual posibilidad de acceso a cada habitante y/o usuario circunstancial.  Ubicar a la columna de elevación sobre un extremo provocará un desequilibrio tal que para algunos usuarios el sistema resultará sumamente cómodo mientras que para otros el tiempo extra en recorrer largos pasillos generen inconformidad, inseguridad y hasta falta de motivación a la hora de valorar el diseño arquitectónico del mismo.  Para los casos en que no pudiera de evitarse proyectar columnas de transporte vertical extremas hasta será conveniente prever nodos en cada extremo.

Cada vez que se deba separar el núcleo de transporte vertical hacia los extremos habrá que ser capaz de predecir  algún desbalance en cuanto al tráfico debido a nuevos usos o atracciones como ser una nueva oficina de atención gubernamental o clínica de atención ambulatoria o un bar, cada extremo debería de ser capaz de satisfacer por sí solo esta demanda con lo cual, de esta forma, no solo se está dando mayor sofisticación y nivel a la edificación sino también incrementando sus posibilidades de uso futuro.

La experiencia indica que la distancia para caminatas internas entre un elevador y la oficina (o destino) más alejado no debiera de superar los 50 metros con un alejamiento máximo recomendable de 25 metros.  En algunos edificios en donde el ingreso más demandado se encuentre cercano a un extremo, entonces una columna central no será muy recomendables a menos que por su funcionamiento interno se genere un alto tráfico interno durante la jornada, entonces sí, convendría plantear un nodo central adicional y hasta algún otro nodo extremo.  Para esta instancia el proyectista debe recordar que la velocidad de paso promedio de una persona ronda el metro por segundo.

Respecto a concentrar el sistema de elevación en un nodo respecto a ubicarlos de forma separada generará mejoras en los tiempos de espera de los pasajeros, tanto en viajes desde la parada más demandada como desde los puntos intermedios; claro está que esto no implica dejar de lado el concepto de distancia entre puntos por lo cual podría requerirse más de un nodo.

Cada vez que un edificio requiera más de un elevador se tratará de agrupar al conjunto, respetando distancias de traslado horizontal máximas recomendables.  Es bueno recordar que los sistemas de ascensores distribuidos por todas las plantas de la edificación presentan grandes deficiencias a la hora de generar fluidez en el tráfico, provocando importantes demoras sobre todo, durante la espera de cada elevador.  En un sistema altamente descentralizado y con nodos de ascensores individuales una persona que “pierde” un elevador deberá esperar un ciclo de viaje completo hasta volver a tener la posibilidad de comenzar su viaje vertical.  En un nodo con dos o más elevadores, este tiempo de espera puede disminuir proporcionalmente a la cantidad de paradas probables de la instalación y a la cantidad de elevadores que se incorporan.

Previendo Contingencias


Los medios de elevación considerados como sistemas electromotrices requerirán de períodos de trabajo y detenciones programadas para su mantenimiento y/o reparaciones durante los cuales, si las personas dependen de un solo elevador, el edificio quedará obsoleto, al menos, para aquellos individuos que sí o sí requieran de un ascensor para su movilidad.  Una posibilidad podría ser realizar trabajos de mantenimiento nocturno, pero esta opción habitualmente no es prevista por los sistemas de mantenimiento, principalmente debido al factor costos, una batería de ascensores disimula esta situación y permite períodos de mantenimiento más prolongados, suficientes como para profundizar los controles y tareas de ajuste y sustitución.  Un bien diseñado nodo de transporte vertical siempre tendrá capacidad para absorber un mayor tráfico, aun cuando un elevador se encuentre detenido para tareas de mantenimiento.

Un caso justificable en que no todos los ascensores se encuentren agrupados es cuando se prevén elevadores de servicio, ya sea para funciones auxiliares de limpieza, aprovisionamiento de materias o eventual movimiento de mudanza o contingencia por el traslado de cargas y/o elementos de mayores dimensiones (camilla).  Para el caso de Hoteles, Clínicas o Edificios de departamentos de jerarquía elevada será aconsejable destinar un elevador solo para casos de servicio interno y/o eventualidades, este tipo de ascensor no debe de ser considerado en el estudio general de tráfico vertical y será considerado como un elemento auxiliar.

Como regla general, si el servicio de ascensores resulta esencial para el desempeño de la edificación se deberá prever dos o más elevadores como cantidad mínima e indispensable, más allá de los resultados que arroje su estudio de tráfico vertical.



mayor información: sebastianaltamiranda@yahoo.com.ar




lunes, 6 de febrero de 2017

Etapas de obra para nuevas instalaciones de ascensor


Consejos de uso práctico para el ejecutor inmobiliario al momento de definir el sistema de elevación de su proyecto



Para el montaje de nuevos ascensores, quienes ya cuentan con alguna experiencia, saben que es esencial intervenir ya desde la etapa de anteproyecto de arquitectura de la futura edificación, trabajar conjuntamente con los profesionales diseñadores y constructores tratando de prever hasta el mínimo detalle necesario para la correcta instalación y asegurar una buena y larga vida útil de la instalación.

Durante la etapa de anteproyecto deberán de consensuarse tanto la cantidad como el tamaño de los elevadores y, para esto, será esencial comprender el futuro funcionamiento de la edificación, previendo sus usos y especulando sobre las particulares costumbres de sus usuarios, con lo cual se irá configurando un estudio de su futuro tráfico vertical, es lo que comúnmente se denomina: “estudio de tráfico vertical”.

El estudio de tráfico vertical decidirá tanto la cantidad de ascensores, como su tamaño y hasta su tipología, es entonces cuando recién podrá darse intervención a los profesionales estructuralistas que definirán la más conveniente manera de transferir las acciones que ocurran durante el uso del sistema de elevación hasta tierra firme.



La preparación


El estudio de tráfico vertical determina la tipología de los ascensores, su cantidad y tamaño, con estos requerimientos se deberá preparar la documentación para la búsqueda de comparativas entre las distintas marcas de ascensores, en este punto debe hacerse hincapié no tan solo en el elemento mismo sino también en el servicio de post-venta, necesidades operativas como de sustituciones programadas de materiales y demás cuestiones que hacen al desarrollo normal y cotidiano de un sistema de transporte.

Con la elección del sistema de elevación se obtienen las necesidades espaciales y estructurales a implementar en la futura edificación.  El sistema de elevación debe de decidirse en la etapa de anteproyecto arquitectónico, pues los espacios destinados a tales efectos y las soluciones estructurales deben de adaptarse a sus requerimientos específicos:

Situación del cuarto de máquinas (arriba, abajo, al costado…)
Esfuerzos estructurales provocados por el sistema de elevación, tanto en situación de reposo como en movimiento.
Espacios libres necesarios en planta y en desarrollo vertical.
Potencia eléctrica necesaria, etc, etc.

El contrato


Insistentemente se insiste en que la razón de mayor peso a la hora de seleccionar un elevador serán los antecedentes cercanos y conocidos sobre otras instalaciones.  El contrato para el montaje (construcción e instalación) de un elevador deberá incluir sin lugar a dudas la totalidad de las especificaciones técnicas y de obra que se requieran, tales como potencia, capacidad, y demás.  Cada punto deberá ser claro y de fácil comprobación y certificación.

Las necesidades de obra para el montaje del ascensor son varias y bastante específicas, es muy recomendable de aclarar cada punto y hasta utilizar detalles técnicos croquizados, además de la documentación escrita.

En cada contrato se aclarará la forma de pago, las distintas instancias de certificación y los períodos de gracias y/o garantía específica de obra como de servicio.  También será necesario aclarar las etapas para la habilitación legal o municipal del ascensor.

Una vez concluido el montaje del elevador y hasta se habilite el uso del edificio, el ascensor deberá quedar detenido, tanto por razones de seguridad como para evitar malos tratos debido a su utilización sin un adecuado control.  Para los casos en que este período se prevea más extenso ya en la etapa contractual inicial deberá de aclararse las particularidades de una supervisión técnica del sistema de ascensores.  El sistema de mantenimiento, si bien será para una edificación aún en etapa de obra (aunque ya fina) deberá de reunir requerimientos todavía más exigentes que para el uso habitual del ascensor, pues los usuarios del sistema serán contratistas apurados por terminar sus encargos o, ya al final, los futuros usuarios que requerirán de los ascensores principalmente para realizar movimiento de grandes bienes muebles.

El acopio de los materiales


La obra de ascensor requiere tanto de elementos de tamaño y peso considerables como de pequeños elementos electrónicos que serán entregados de una vez en la edificación donde se instalarán.  Para los elementos de gran porte o masa como ser la máquina de ascensor, las guías o un pistón, el lugar a prever debe reunir condiciones de higiene y protección de los factores climáticos y, también, del mal trato en obra como ser salpicaduras de concreto, agua, abolladura entre otras circunstancias.  Para los elementos de menor porte pero, a veces, de mayor valor relativo, deberá de preverse un espacio reducido pero con adecuadas medidas de seguridad además de las higiénicas, con cerramientos permanentes y hasta sistema de monitoreo remoto.
El acopio de materiales para la obra del ascensor deberá preferentemente ser realizado ya con la construcción de la edificación en sus estadios finales, preferentemente antes de los trabajos de pintura y luego de terminados todos los acabados húmedos.

Si bien la recepción de los materiales lo realiza el propietario y/o el encargado de la obra, el control en detalle de lo recepcionado estará a cargo del mismo personal técnico para el montaje de los ascensores.  También supervisarán que las condiciones de la obra sean las adecuadas para ya planificar el montaje del ascensor.

Tareas previas


Por lo general, el pasadizo del ascensor se encontrará en un sitio con posibilidad de ingreso restringido o de difícil acceso, además, como al momento de iniciar el montaje la obra se encontrará ya en etapa de terminaciones finas será menester cuidar no dañarlas y, entonces, habrá que anticipar el ingreso de determinados elementos que, ya sea por su tamaño o por su peso, pudiesen resultar difícil su manejo como por ejemplo, guías, pistón, arcata, chasis, máquina, etc.

Según sea el caso convendrá anticipar la entrega y presentación en el sitio final antes de que la obra gruesa avance lo suficiente como para tener que realizar demoliciones en dinteles, losas, o antes de que se retiren maquinarias como montacargas y/o dispositivos de elevación que pudiesen transportar elementos de porte con facilidad.

Las necesidades de fuerza motriz deben de estar coordinadas desde el anteproyecto con el responsable eléctrico de la construcción, previendo conductores suficientes y hasta una puesta a tierra independiente para la instalación de ascensor.  Durante el montaje del elevador seguramente se utilizará corriente de obra pero la instalación eléctrica entre el tablero de alimentación principal y el tablero de alimentación seccional secundario en sala de máquinas ya debe de ser el definitivo y contar con los dispositivos de protección finales.

Los accesos al pasadizo de ascensor en cada piso deben de contar con barreras de protección contra caídas de personal y elementos rodantes, hasta sería adecuado de colocar una red de protección adicional en toda su altura, además de cintas de precaución con colores que indiquen alarma o aviso de peligro (amarillo).

El montaje


Si bien el montaje de un elevador completo puede ser realizado por una sola persona con la asistencia mecánica de elementos montacargas en pasadizo, el equipo de trabajo ideal se deberá constituir por dos personas que, además, cuiden una de otra imponiendo adecuadas condiciones de seguridad en el trabajo.

Ya en tablero seccional de alimentación se cuenta con dispositivos de seguridad eléctrico, tanto para protección personal como del equipo a instalar.

Las ayudas de gremio indispensables y necesarias serán las de:
Prever pases entre sala de máquina y pasadizo del ascensor.
Estructuras portantes para sujeción de grampas de guías de coche, contrapeso y, en caso, de pistón.
Alimentación eléctrica y luz en sala de máquinas.
Previsión de estructuras para apoyo de puertas en cada piso, sujeción de mecanismos en dinteles y cierres entre marcos de puertas y paredes laterales de pasadizo, preferentemente con obra seca.
Terminaciones exteriores justo junto al pasadizo una vez concluido el montaje.
Indicación de niveles de piso antes del montaje de puertas en piso.

La entrega y la puesta en marcha del elevador.


La obra de ascensor tiene una entrega en carácter de “provisoria” ya sea porque aún no concluye la obra del edificio y no es posible dejar totalmente terminada la obra de ascensor por la posibilidad de interferencia con otros gremios (polvo o escombros en pasadizo) o por que, aún ya concluida la obra civil se considera un período de ajuste y control para salvar detalles de fabricación y/o montaje, este período dependerá de la intensidad de las pruebas de control y uso a implementar.

Las pruebas de funcionamiento deben incluir viajes a plena carga, detenciones de emergencia, funcionamiento de elementos de llamada, control y alarma, apertura y cierre de puertas, barreras de seguridad, trabas mecánicas y dispositivos de seguridad.  También se controlarán nivelaciones y detenciones del coche vacío y a plena carga, aunque este control deberá realizarse periódicamente durante el tiempo de ajuste y, luego ya, con la corriente de alimentación eléctrica definitiva (no de obra).

Posteriormente al momento de entrega (provisoria o definitiva) deberán de implementarse controles de seguridad periódicos de acuerdo al uso y funcionamiento del edificio pero nunca excediendo un período de treinta días entre controles, debiéndose registrar debidamente cada control realizado en libro de novedades dejado especialmente para el sistema de elevación.


Más información: sebastianaltamiranda@yahoo.com.ar