sábado, 28 de enero de 2017

El control de Maniobras Electrónico de un Elevador

Breves conceptos sobre “el cerebro” de un ascensor


El pasajero común sabe que con solo presionar un botón el elevador abrirá sus puertas y estará listo para transportarlo allí donde lo requiera al presionar el pulsador adecuado dentro del coche (botonera de cabina).  En el ínterin, tanto en bajada como (a veces) en subida, el elevador podrá detenerse para tomar más pasajeros y todo esto ocurrirá sin la intervención de una persona.

Lo que hace “inteligente” a un elevador es lo que se denomina “control de maniobras” y se ubica generalmente en el cuarto de máquinas.  Este controlador electrónico (los actuales) posee la habilidad de detectar el coche más cercano según el punto en que se lo llame y, además, podrá tomar pasajeros según quieran bajar o subir en función de la dirección del viaje, función llamada Colectiva Descendente (la más común), descendente o de tránsito Bidireccional (maniobra ascendente – descendente).  Esta última común en instituciones públicas de alto tráfico interno y fácilmente distinguible por contar en cada piso con un pulsador para los pasajeros que deseen subir y otro para los pasajeros que deseen bajar.

Un control de maniobras moderno, además de cumplir su función principal de dirigir al elevador según las necesidades de los usuarios, tiene la posibilidad de almacenar funciones extras tales como informar la cantidad de re-inicios del sistema (debido principalmente a cortes de energía), eventos en que haya variado el voltaje de alimentación, llevar contabilidad de los viajes realizados, llamar a la detención del sistema obligando la inspección total, etc.

 

Cuidados durante la instalación


La mayor confiabilidad y vida útil del equipo se logra observando los cuidados básicos precisamente desde su instalación: observando la situación del emplazamiento en un lugar seco, libre de humedad y con temperaturas que ronden entre los 14 y los 25°C, alejado de fuentes de calor directa o asoleamiento.  Todos los conductores utilizados para señal (24V) deberán ser de 0,75 mm2.

Entre el control de maniobras y el coche de ascensor se dispondrán diferentes ramales de conductores discriminados separadamente según sea la tensión que lleven: 24, 110, 220 o 380V.  Nunca se deberán mezclar corrientes con voltajes diferentes, siendo esta una condición de seguridad que por ningún motivo debe dejarse de cumplir.

La Instalación Eléctrica


La primera información que ha de ser suministrada al contratista eléctrico será la Potencia de la máquina para impulsión (bomba hidráulica o máquina de tracción) con lo cual, teniendo en cuenta pérdidas por distancia, se podrá calcular el diámetro de los conductores.

La puesta a tierra del sistema de elevación deberá ser exclusiva del mismo, pues el equipo electrónica podría ser interferido debido a corrientes parásitas, generando fallas aleatorias durante el funcionamiento.  Será importante recordar que la puesta a tierra tiene una vida útil máxima de 10 años, siendo recomendable reemplazarla cada 5 años.  La toma de tierra debe conectarse directamente al control electrónico y de ahí tomar la puesta a tierra para el motor de tracción.

Posicionamiento


El control de maniobras por si solo no es más que un computador y para poder “manejar” un coche de ascensor requiere de la asistencia de varios tipos de sensores que lo guiarán tal cual los ojos de un conductor.  Para ello se vale de sensores magnéticos y/o mecánicos, complementado por sensores de seguridad tal cual contramedidas en caso de situaciones que signifiquen algún tipo de riesgo al vehículo (ascensor) llamados límites.

La ubicación del equipo se logra mediante un funcionamiento en conjunto del sistema de nivelación y de los límites.  Decíamos que unos son accionados por sensores magnéticos y otros por pantallas fijas (patines o rampas) montados sobre el coche.  La nivelación se lee mediante la colocación de hitos o mojones en determinadas zonas (de nivelación) constituidas generalmente por cintas magnéticas.

Entre los límites que se utilizan encontramos: de sincronismo (o normalizadores), finales de dirección, finales de recorrido, de corte general, límite en bajada de emergencia (Hidráulicos), etcétera según la capacidad tecnológica de la instalación.


El límite de sincronismo produce el pasaje de baja velocidad en los extremos, aquí identificados con las letras CNI o CNS según sea límite inferior o superior.



Los límites finales de dirección (FB y FS) interrumpen la maniobra (detienen el ascensor) si el coche sobrepasa el nivel de piso superior o el nivel de piso inferior, según el coche se encuentre subiendo o bajando; para estos se utilizan contactos normalmente cerrados y a unos 5 centímetros del nivel de cada parada, pudiendo variar esta distancia en función de la velocidad del elevador.


Los límites finales de recorrido (FR) constituyen la última seguridad eléctrica del sistema y se colocan a unos 15 centímetros del nivel de cada parada extrema, utilizándose también contactos normalmente cerrados, pues al ser accionados “abren” el circuito de seguridades.  Opcionalmente pueden encontrarse límites de corte general (LIMI o LIMS) que cortarán el suministro eléctrico (fuerza motriz).


1 comentario: