Breves conceptos sobre “el cerebro” de un ascensor

Lo que hace “inteligente” a un
elevador es lo que se denomina “control de maniobras” y se ubica generalmente
en el cuarto de máquinas. Este
controlador electrónico (los actuales) posee la habilidad de detectar el coche
más cercano según el punto en que se lo llame y, además, podrá tomar pasajeros
según quieran bajar o subir en función de la dirección del viaje, función
llamada Colectiva Descendente (la más común), descendente o de tránsito
Bidireccional (maniobra ascendente – descendente). Esta última común en instituciones públicas
de alto tráfico interno y fácilmente distinguible por contar en cada piso con
un pulsador para los pasajeros que deseen subir y otro para los pasajeros que
deseen bajar.
Un control de maniobras moderno,
además de cumplir su función principal de dirigir al elevador según las
necesidades de los usuarios, tiene la posibilidad de almacenar funciones extras
tales como informar la cantidad de re-inicios del sistema (debido principalmente
a cortes de energía), eventos en que haya variado el voltaje de alimentación,
llevar contabilidad de los viajes realizados, llamar a la detención del sistema
obligando la inspección total, etc.
Cuidados durante la instalación
Entre el control de maniobras y
el coche de ascensor se dispondrán diferentes ramales de conductores discriminados
separadamente según sea la tensión que lleven: 24, 110, 220 o 380V. Nunca se deberán mezclar corrientes con
voltajes diferentes, siendo esta una condición de seguridad que por ningún
motivo debe dejarse de cumplir.
La Instalación Eléctrica


Posicionamiento
El control de maniobras por si
solo no es más que un computador y para poder “manejar” un coche de ascensor
requiere de la asistencia de varios tipos de sensores que lo guiarán tal cual
los ojos de un conductor. Para ello se
vale de sensores magnéticos y/o mecánicos, complementado por sensores de seguridad
tal cual contramedidas en caso de situaciones que signifiquen algún tipo de
riesgo al vehículo (ascensor) llamados límites.

Entre los límites que se utilizan
encontramos: de sincronismo (o normalizadores), finales de dirección, finales
de recorrido, de corte general, límite en bajada de emergencia (Hidráulicos),
etcétera según la capacidad tecnológica de la instalación.
El límite de sincronismo produce
el pasaje de baja velocidad en los extremos, aquí identificados con las letras
CNI o CNS según sea límite inferior o superior.

Los límites finales de recorrido
(FR) constituyen la última seguridad eléctrica del sistema y se colocan a unos
15 centímetros del nivel de cada parada extrema, utilizándose también contactos
normalmente cerrados, pues al ser accionados “abren” el circuito de
seguridades. Opcionalmente pueden
encontrarse límites de corte general (LIMI o LIMS) que cortarán el suministro
eléctrico (fuerza motriz).
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